Abstract:
La educación rural debe tomarse en serio a los jóvenes. No son simples receptores de información. Además de ser herederos de saberes, creencias y prácticas, tienen sueños y expectativas que pueden concretarse en proyectos de vida realizables. Pero, factores económicos y sociales hacen que muchos jóvenes y sus familias tengan que migrar de sus comunidades a otros pueblos y en casos extremos, a las grandes ciudades; dejando experiencias, historias, amigos y familiares. Por lo tanto, es urgente que las instituciones del estado, Ministerio de Educación, secretarías, instituciones educativas y la comunidad en general, asuman una visión de conjunto sobre las realidades rurales, e implementen propuestas alternativas que amplíen el horizonte de vida de los estudiantes. Insistir en una educación en y para la vida, requiere de la participación, colaboración y comunicación de los actores involucrados en su formación: padres, maestros, familias, directivos y el propio estudiante.