Resumen:
La presente investigación buscaba comprender las experiencias de crianza de familias que vivieron en contextos de conflicto armado. Estas familias se caracterizaban por haber estado en sus territorios criando a las generaciones más pequeñas en momentos en que se producían acciones propias del conflicto. Las apuestas teóricas de esta investigación apelan a aproximaciones antropológicas y sociológicas para comprender las familias y sus decisiones para organizarse y hacerle frente a lo que les presenta el contexto y la vida cotidiana. También, parte de la idea de la crianza como una práctica social, en tanto es situada, contextual e histórica, no como un asunto universal y técnico. Finalmente, plantea las experiencias de crianza como algo que ocurre en doble vía: afecta a quien cría y a quien es criado y que tiene una dimensión ético-política, más allá de asegurar la supervivencia de las generaciones más pequeñas. El estudio se realizó desde el enfoque biográfico-narrativo, particularmente con el método de historias de familia. Las emergencias más importantes se refieren a crianzas situadas y contextualizadas que se caracterizan por la incertidumbre, (la crianza incierta), la resistencia (la crianza resistente) y la crianza entre iguales (la crianza cofigurativa). Las líneas de reflexión final sugieren que las experiencias de crianza permiten una comprensión más profunda de la complejidad de las familias y sus interacciones, las formas como responden a contextos adversos; la dimensión ético-política que es transversal a las experiencias de crianza y la narración como el vehículo por excelencia para comprender la experiencia de otros.