Abstract:
La competitividad es un valor económico y político que se ha gestado con gran dinamismo durante los últimos veinte años, convirtiéndose en un elemento esencial para la formulación y promulgación de las políticas públicas para el desarrollo, en especial, en el campo de la minería y los hidrocarburos. A su vez, el dinamismo de la economía mundial del petróleo, de por sí complejo, añade al desarrollo jurídico de las políticas energéticas un impulso a partir del principio de ‘competitividad’ desde su concepto más anglosajón, dejando de lado realidades circundantes al negocio petrolero, desconociendo el valor de la competitividad para el desarrollo humano integral de las comunidades por mecanismos como la flexibilización del derecho o la invisibilización. Por tanto, este trabajo se propone aportar una ruta jurídica con el fin de ofrecer un esquema de competitividad, desarrollo y crecimiento económico que sea más favorable a las demandas sociales. Finalmente, nos centramos en la propiedad repartida del subsuelo con el fin de hacer partícipes a cada una de las comunidades de las decisiones sobre los recursos, en este caso: el petróleo, que no sólo tienen connotaciones económicas, sino también políticas, sociales y culturales.