Resumen:
El fin de la educación es la formación del ser humano desde sus tres esferas constitutivas: la biológica, la psicológica y la social. En esta triada se establece una relación sinérgica que desencadena procesos complejos y acciones conjuntas que buscan dar respuesta a los nuevos retos que impone la sociedad. Uno de estos desafíos es la vinculación de la Neurociencia en los procesos pedagógicos. Sin embargo, este compromiso todavía es una tarea por cumplirse por parte de los docentes, puesto que aún es incipiente el conocimiento de cómo funciona el cerebro en el momento de aprender.