Resumen:
En un escenario cotidiano; en contextos como la escuela, la casa, o con los amigos del barrio; aunque se cuente con el tiempo necesario para responder de forma apropiada a una situación de conflicto, es común en los niños ampliar el problema en lugar de solucionarlo, y si esto pasa en ambientes relativamente calmados, resulta más complejo mediar dichas emociones en ambientes con un alto nivel de presión en el marco de espacios competitivos como el futbol.