Resumen:
Sin mayores esfuerzos es fácil percibir que el mundo contemporáneo se mueve entre dos corrientes que se enfrentan de manera permanente; de un lado están quienes apuestan por la dignidad humana y, en consecuencia, reconocen la necesidad de establecer y fortalecer relaciones orientadas a la equidad, la justicia, la responsabilidad, la solidaridad, la participacióny el respeto por la diversidad, y en contraste a ello están quienes crean y/o justificanestructuras relacionales “que provocan desigualdades tremendas, negociaciones mercantiles injustas, que imponen a través de los medios masivos de comunicación un solo modelo de sociedad de consumo y en las que los ideales del respeto y la equidad se ven coartadas” (Van Dijk, 2007: 44), siendo precisamente los niños, niñas y adolescentes quienes más afectados resultan de dicho enfrentamiento porque no sólo lo padecen sino que éste seconstituye en el contexto de interacción cotidiana donde aprenden a relacionarse y a habitar el mundo con otros y otras.