Resumen:
A los niños y a las niñas se les ha otorgado un lugar y una mirada en la sociedad
sujeta a las relaciones establecidas por las personas adultas y a las condiciones sociohistóricas;
solamente después de un proceso profundo y extenso de reflexión,
concientización y movilización colectiva que pretende superar el paradigma en el que se
les concede un mínimo de protagonismo en su construcción individual y colectiva,
empiezan a posicionarse desde un nuevo tiempo, un nuevo espacio, y a reconocérseles
como seres únicos e irrepetibles con capacidades tanto cualitativas como cuantitativas.
Este reconocimiento en contextos formativos -formales y no formales- ha
posibilitado una nueva construcción sobre el significado y el sentido del mundo infantil
y provocado la de-construcción de las actuaciones de las personas adultas y los tejidos
de relaciones con los niños y las niñas; desde esta aproximación y desde el acceso al
proceso de formación sistemático y significativo es posible que emerjan y sean
reconocidas las capacidades y disposiciones de los niños y niñas.
Para la consolidación de este imaginario colectivo es preciso el trazado de tareas
y contenidos significativos de aprendizaje; ruta en la cual la argumentación se presenta
como un dispositivo que le da vida al mismo propósito dado que a partir de ella los y las
niñas desarrollan su capacidad para proponer temas, afrontar puntos de vista y en
consecuencia, configurar y estructurar la capacidad para su encuentro interior, el
proceso de interrelación y la convivencia.
En tal horizonte, la presente investigación pretende identificar, describir y
analizar los mecanismos de influencia educativa -la actividad discursiva y no discursiva que
se da en un aula del nivel de transición de preescolar, entre las maestras, los
maestros y los niñas y niñas entre cinco y seis años en el desarrollo de la competencia
argumentativa; el tema se enmarca en la intencionalidad educativa del cómo, qué, quién enseña y quién aprende, así como el desafío de encontrar en la palabra la oportunidad
para construir nuevos significados y sentidos.
Desde el método cualitativo-interpretativo, se plantea la observación de la
interactividad del maestro o maestra y de los niños y niñas como instrumento de análisis
tanto de la dimensión temporal -el momento en que se dan las actuaciones- como del
proceso de enseñanza y aprendizaje; siendo la Secuencia Didáctica la unidad básica de
observación, análisis e interpretación. Como muestra poblacional se trabaja con niños y
niñas entre cinco y seis años de edad del nivel de preescolar del grado de transición de la
Institución Educativa Nuevo Mundo de Jamundí -Colombia- del sector privado.
Esta investigación devela las prácticas pedagógicas y los mecanismos de
influencia educativa implementados para desarrollar en el estudiantado el discurso
argumentativo; y muestra canales para la obtención de la información para la
formulación y el desarrollo de propuestas que promuevan el discurso argumentativo
infantil.
Según los resultados obtenidos, si existe la capacidad discursiva - argumentativa
en los niños y las niñas. Esta se evidencia cuando se da la intervención efectiva de la
maestra con el estudiantado, con fundamento en que las habilidades comunicativas–
entre ellas la argumentación son habilidades complejas a las cuales los niños y las niñas
pueden acceder lejos de fórmulas para leer y hablar descontextualizadas y de frases
sonoras sin sentido