Resumen:
El artículo pretende reflexionar sobre los procesos de configuración de la identidad que tienen lugar en la escuela y de las posibilidades que ésta ofrece para ello. Se parte de considerar la manera como la escuela asume las diferencias y las distintas formas que tiene de reconocerlas o censurarlas. Concluye que la escuela deberá afrontar, creativamente, el tema de la violencia como un asunto estructural que tiene raíces profundas. No se trata sólo de ofrecer charlas, cursos o talleres sobre la resolución pacífica de los conflictos, implica generar ambientes educativos en los cuales los problemas y las diferencias hagan parte fundamental de la busqueda de alternativas para encontrar las soluciones teniendo en cuenta los puntos de vista de los implicados.