Resumen:
No se puede desconocer la compleja tensión entre la secularización por estar en un Estado Laico, aunque constitucionalmente se respete la conciencia de las personas, se arriesga a limitar esa expresión religiosa o imponer determinada confesión religiosa y la opción de la enseñanza de la Educación Religiosa en los Establecimientos Educativos Oficiales. Esta tensión ha sido por lo sagrado y lo profano secular; esta última la que predominó en Colombia con la constituyente de la década del 90, sin ignorar nuevas posturas constitucionales y legales sobre la libertad religiosa y libertad de conciencia. Es importante desarrollar una línea jurisprudencial con el fin de consolidar unos criterios de la Corte Constitucional que aporten a la fundamentación jurídica respecto al principio de pluralidad y protección del derecho a la libertad religiosa y de cultos, base de una convivencia armónica y respetuosa.