Resumen:
El presente documento es producto de un trabajo desarrollado durante los años 2011 y 2012 que se halla enmarcado dentro del macro-proyecto -Lenguajes del Poder‖, liderado por el investigador principal Miguel Alberto González González, de la Universidad de Manizales, departamento de Caldas, Colombia. Es claro que hasta ahora, la historia apenas ha estudiado el pasado bajo la óptica del miedo. Por ello, la presente investigación trata de develar un complejo sentimiento que, teniendo en cuenta diferentes contextos temporo - espaciales y lenguajes del poder, ha desempeñado un papel fundamental en la construcción de humanidad, en nuestro caso específico, su incidencia en los docentes y en su desempeño profesional. Los docentes también sienten miedo a la soledad, pero también tienen miedo de no poder cumplir, de que sus estudiantes no le aprendan, de la delincuencia, de ser juzgados, de ser recriminados. No obstante, dentro del marco investigativo presente, el miedo es importante mencionarlo como un fenómeno detrás del cual se oculta recónditos laberintos intrínsecos del ser que, basados en su conocimiento, estudio y dominancia, brindarían valiosas oportunidades en la toma de conciencia sobre las necesidades, intereses y potencial del ser humano como constructor de realidades que eclosionan con un pensamiento intelectual crítico y propositivo.
Indudablemente, la norma establecida por el Estado que regula y encarcela el desarrollo de los procesos críticos y formativos de la educación, es el lenguaje del poder que subyuga con mayor potencia la libertad del docente generando en él un miedo. El lenguaje de la comunidad educativa, el lenguaje expresado por el padre de familia, por los mismos docentes más experimentados y de actualizadas condiciones académicas, ejercen poder de miedo sobre los mismos compañeros docentes.