Resumen:
En Colombia, al igual que en otros países latinoamericanos, existen una serie de problemáticas relacionadas con la convivencia escolar, las cuales inciden en diferentes esferas de la vida de los niños y las niñas, como lo es su desarrollo emocional. Partiendo del postulado de que “la familia ha sido la primera institución formadora de valores y saberes” (Bolaños & Stuart-Rivero, 2019, p. 141), se supone que, al llegar a la escuela, los niños y niñas deberían contar con algunos cimientos en educación emocional, producto de la socialización primaria que se realiza en la familia, y que esta debería fortalecerse al interior de las instituciones educativas como forma de promoción de ambientes no violentos. Sin embargo, las familias, la escuela y los demás escenarios de socialización favorecen pocos espacios para la promoción de la educación emocional. Problema que podría ser producto del desconocimiento de maestros y padres de familia en este aspecto y que repercute en la convivencia. Adicionalmente, se identifican ambigüedades en la teoría de la regulación emocional que, al solucionarse, podrían contribuir al mejoramiento de los procesos de la educación emocional en la infancia.