Resumen:
El paradigma dominante observado hoy en día se encuentra en proceso de colisión con el entorno natural, dicho paradigma se encuentra inmerso en un enfoque obnubilado por su mecanicismo, su individualismo, su reduccionismo y con una mirada muy cuantitativa y antropocéntrica de la naturaleza. Ya Thomas Robert Malthus nos había dado un campanazo hace más de dos siglos en su obra “Ensayo sobre el principio de la población” cuando dejó la preocupación sobre un crecimiento geométrico de la población mientras uno aritmético de los recursos, si bien es cierto que una perspectiva de paradigma cambiante es relativamente mucho más reciente, ya que toma gran fuerza con la aparición del concepto de desarrollo sostenible, con una visión totalmente distinta al convencional ya que permite un enfoque biocéntrico, interconectado, holístico y de cooperación, deja de lado ese mecanicismo y el valor cuantitativo por el valor cualitativo. No obstante, tiempo atrás a la aparición del concepto, la sociedad industrializada se enfrentaba a un fenómeno que ha sido tendencia derivada de la revolución industrial, los procesos migratorios a las ciudades y todos los cambios de orden social, económico, político, ambiental y cultural que trae consigo, en la Escuela de Chicago de Sociología aparece una rama denominada “Ecología Humana” que en pocas palabras propende por un diseño metodológico cualitativo, el estudio del hombre en su hábitat natural que se escala a relaciones urbano-sociales al establecer el paralelo entre sistemas sociales y naturales, una forma de comprender los procesos llevados a cabo en una ciudad.