Resumen:
La construcción de una cultura de paz se puede gestar en las vivencias, los sueños y las intuiciones de las mujeres que se desempeñan como agentes educativas de primera infancia, principalmente en aquellas partícipes en procesos de formación mediados por estrategias desde la educación artística, la cual promueve sus capacidades de empoderamiento. Así se da lugar a la resignificación de su práctica y vida cotidiana como escenarios de nuevas experiencias, y el reconocimiento de su acción en los entornos más inmediatos. Lo anterior se reflejó en la experiencia vivida por un grupo de mujeres, madres comunitarias de la ciudad de Cali en el proceso de formación Técnico en Atención Integral a la Primera Infancia del SENA.