Resumen:
Este escrito indaga por los cuerpos inmersos en otras formas de encierro que trascienden los barrotes físicos, los sistemas carcelarios y los sitios que han sido construidos para reacondicionar a los “anormales”, a quienes incumplen la “sanción normalizadora” y la “vigilancia jerárquica”.
Es por ello que pretendo describir otros lugares de encierro que se revelan como heterotopías disciplinarias, ocultos sutilmente en la cotidianidad, en nuestro diario caminar y sobre los cuales pocas veces reflexionamos, porque las relaciones de poder en las que nos hallamos inmersos y las tecnologías que las ponen en funcionamiento, han adecuado nuestras miradas hacia la naturalización de sus condiciones de existencia en las sociedades de la normalización.