El pensamiento crítico. Una tarea pendiente de la escuela centrada en el rendimiento académico

Abstract

La educación es motivo de reflexión y análisis permanente ante los nuevos retos del desarrollo científico y tecnológico que permiten advertir otras visiones de la escuela, para afrontar con determinación la situación de uniformidad, radicalidad, agregación de asignaturas en los currículos y dependencia normativa, lo cual refleja la ausencia de un autentico proceso reflexivo que defina compromisos de cambio con decisión y gestión, promoviendo la verdadera calidad educativa, la permanencia y la promoción de los estudiantes en los espacios educativos.

El reto de la educación y en particular, del contexto escolar es responder con compromiso para alcanzar exitosamente los cimientos de una educación que no busque empecinadamente la certeza sino que cultive y propicie la incertidumbre, la duda, que cuestione, e integre realidad, cognición y emoción.

La escuela, debe dejar de ser un centro de instrucción, de distribución de información y de desarrollo de destrezas técnicas, para transformarse en un espacio en el que se promueva de manera coherente el desarrollo integral de los estudiantes en sus múltiples dimensiones. Nuestra sociedad demanda formar ciudadanos que sean creativos, críticos, autónomos, con iniciativa, personas capaces de tomar decisiones acertadas en cualquier tipo de situación.

El espacio educativo debe velar por el rendimiento académico, no representado en indicadores de aprendizaje, tampoco como el resultado medible, palpable en las diferentes pruebas en las que el estudiante da cuenta del saber aprendido, sino como una dimensión que requiere de análisis y reflexión por su carácter complejo y multidimensional, hecho que ha preocupado a quienes de una u otra manera tienen que ver con la educación desde el punto de vista teórico como empírico.

Este texto en su recorrido es una reflexión crítica que delibera algunas concepciones sobre pensamiento crítico y desempeño académico, desde planteamientos que proponen otras formas de ver y entender el proceso educativo, resignificando el rol de la escuela como eje central de los procesos sociales, especialmente en los actuales momentos en los que la educación debe ir a la par de los nuevos avances en todos los campos.