Abstract:
El debate queda dispuesto: la resolución de los conflictos comunicativos no depende únicamente de la tecnología que se emplee, sino del aprovechamiento que se le de. Entre tanto, la opinión pública continúa en circulación, siempre activa, siempre viva, bajo las condiciones históricas que le toquen, y con la responsabilidad de mantenerse y resistir, en una estructura que muestra sin disimulo su deseo por manipularla, reprimirla, e incluso olvidarla.