Resumen:
Repensar factores psicosociales en el mundo actual representa un desafío para los profesionales de las ciencias humanas y sociales debido a las particularidades que nos ofrece el mercado, el fenómeno de la globalización y la importancia del capital humano y el desarrollo de la reserva intelectual innovadora que hoy día es exigida en la competitividad laboral. Para ello, no es necesario solamente adaptarse a una realidad cambiante sino en constante desarrollo y ascenso.
Ya la antropología nos dijo alguna vez que el hombre siempre aspira a lo mejor y desde lo
psicológico esto puede ser explicado desde los conceptos de placer y displacer: todo ser humano huye a lo displacentero y en esa medida, hace un camino hacia las experiencias que le producen placer y satisfacción; este argumento extrapolado a las organizaciones funciona de similar manera teniendo en cuenta que las organizaciones están compuestas por capital humano: una organización aspira a optimizar sus recursos, a tener una oferta de selección agradable al mercado y económicamente satisfactoria y sobre todo, a convencer y persuadir al cliente para que este considere que cada cosa que posee, sea indispensable para sostener su calidad de vida, por lo tanto, huye de las experiencias desagradables para sus clientes, presiona la demanda, maneja los precios y la competencia.