Narrativas sobre el conflicto socio - político y cultural desde los jóvenes del grupo Jaguar en el contexto del barrio el Rosal de Pereira

Abstract

La investigación parte de la pregunta: ¿Qué significan los conflictos sociopolíticos y culturales para los jóvenes del grupo Jaguar del Barrio El Rosal de Pereira, a partir de sus narrativas y desde la acción que cumplen como líderes en la comunidad?. Como referente teórico se trabaja la categoría juventud a partir de algunas perspectivas latinoamericanas como la de la CEPAL, Klaudio Duarte y Oscar Dávila. Además se hace una aproximación general a la categoría de conflicto y se presenta la narrativa desde algunos de los planteamientos propuestos por Paul Ricoeur y Mijail Bajtin. Se trabajó con 12 jóvenes a partir de sus narrativas y desde la acción que cumplen como líderes en la comunidad. Se utilizó una metodología Cualitativa, más Sujeto-Sujeto que Sujeto-Objeto, es un trabajo hermenéutico que buscó identificar los significados y conocer las interpretaciones que hacen los jóvenes del grupo JAGUAR del barrio El Rosal de Pereira, sobre el conflicto socio-político y cultural, a partir del relato de sus experiencias. La información recolectada se procesó a través de una matriz de análisis, las categorías analíticas resultantes del trabajo fueron sometidas a discusión con el equipo nacional y con la asesora internacional, este proceso dialógico fue complementado con la contrastación teórica que contextualiza y apoya las conclusiones de este trabajo. Los resultados de la investigación evidencian que los jóvenes del grupo Jaguar del barrio El Rosal de Pereira, perciben el conflicto socio-político y cultural desde la dimensión físico material como un hecho o una cadena de circunstancias “malas-negativas” a las que se exponen permanentemente ante amenazas externas, asociadas a los peligros que perciben en la calle y a las problemáticas internas propias de sus micro contextos domésticos. También asumen el conflicto como una oportunidad para consolidarse como grupo de servicio y en ese sentido le apuestan al futuro. La pobreza, entre otros problemas estructurales, hace que los y las jóvenes vivan una lucha por la consecución de recursos económicos para el sostenimiento de sí mismos y de sus familias. La dimensión simbólica hizo evidente la representación de una realidad, en virtud a rasgos y características culturales que se asocian con ésta por convenciones socialmente aceptadas; en el entendido de significaciones particulares alrededor del conflicto. A este respecto las y los jóvenes del barrio El Rosal, expresan que el conflicto es natural a la vida humana porque es un mandato divino, que hay que aceptar y soportar.