Resumen:
A la manera de una microetnografía, la presente investigación guardó como propósito el comprender el sentido de convivencia social y formación profesional, que un grupo restringido de estudiantes universitarios, construyeron al interior de una propuesta de autogobierno pedagógico, creado y recreado por ellos mismos, en correspondencia con la pretensión docente de lograr la realización de los objetivos integrales de la asignatura pruebas proyectivas vista en el VI semestre del plan de estudios de la Facultad de Psicología de la Universidad de Manizales en el año 1997; todo esto bajo referencias de aprendizaje grupal y de autoaplicación del conocimiento de los contenidos de la asignatura.
Al partirse de las expectativas unificadas por el colectivo, el autogobierno fue creado y recreado al interior de un proceso continuo y permanente de “encuadre pedagógico” y de “decantación grupal”; lo cual facilitó la flexibilidad de las normas y valores que iban siendo reformulados por el colectivo para orientar su interacción social y educativa durante el proceso pedagógico, al interior de reflexiones producidas por la personalidad colectiva del grupo.
Desde esta perspectiva, el autogobierno se constituyó en una síntesis ideológica y política del pensamiento del grupo, que permitió la integración y el reconocimiento de las percepciones mutuas de sus miembros durante el proceso pedagógico. De tal modo, el vínculo como unidad interaccional básica, fue concretizado por las
relaciones mismas del autogobierno, para dejar de ser una abstracción y convertirse en un instrumento dinamizador de la “trama grupal”. Es así como a partir de su “percepción mutua de necesidad”, el grupo logró verse al interior del autogobierno como sujeto de la praxis, capaz de generar, transformar y resolver estas necesidades. Circunstancia que condujo a que los sujetos se percibieran en su capacidad de actividad y transformación social desde el aula.
Bajo esta referencia, la propuesta pretendió asegurar el ejercicio de los derechos democráticos de la comunidad estudiada, promoviendo la autonomía y responsabilidad de sus miembros, a partir de la descentralización de la actividad educativa en cuyo interior se encuentran las formas materiales de su afectividad y su intelecto. Esto implicó una entrega de confianza al grupo, para que éste autogestionara los procesos propios de su actividad de aprendizaje social y profesional, bajo el ideal didáctico de generar rupturas paradigmáticas con los sistemas hegemónicos del conocimiento. Para ello la docente investigadora renunció a esquemas directivos y de control motivacional de los estudiantes, y les entregó la posibilidad de autogestionar sus propios procesos pedagógicos; de tal forma que pudieran acceder a esquemas de conciencia, autonomía y responsabilidad frente a los mismos; como seres independientes y no dependientes de la voluntad docente.
Por tanto las categorías descritas en el presente estudio facilitan la entrada a una nueva posibilidad pedagógica autogestiva y crítica; que al poder seguir siendo
cualificada por investigaciones complementarias, albergaría el propósito de contribuir con la satisfacción de la necesidad social de educar profesionales responsables, formados en valores orientados hacia el colectivismo, activos, autónomos y críticos de la realidad; capaces de problematizar, construir y transformar el conocimiento. Lo cual como lo afirma Zemelman: “Implica romper con la estructura dogmática de toda ciencia”, garantizando que los estudiantes puedan transformar el conocimiento, no para generar una nueva verdad, sino como forma misma de pensar su realidad